Qué linda sensación que la extrañeza te saque de tu era y no para mal. Poder descubrir otras cosas, otros lugares, otros ambientes por más de que estés en determinada situación -personas cotidianas de tu vida, momentos parecidos que te van a volver a deslumbrar-. Qué lindo respirar otro aire, saber que existen cosas distintas a uno. Qué suerte, qué alivio poderme despejar así. Cosas chiquitas, pequeñeces que te hacen dichoso: reir, caminar a la noche, pensar en que siempre hay más para descubrir, dormir, despertar, recorrer, todo sigue, ¿qué vendrá?, conocer lo desconocido y que aún así siga pareciendo completamente desconocido. (Voy a regalarte el mundo)
Todo parece fluir y perderse, bruscamente y a veces no con tanta crudeza y tanta prisa y sin embargo, nos agujerea.
sábado, 18 de septiembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
esos momentos si son los mejores. :D
Pues si, a mi el hecho de simplemente sonreir me vuelve realmente loco :D
Coincido con elniñodelbolso ^^
Publicar un comentario